Alteraciones del sistema nervioso
En medicina popular se conocen desde hace mucho tiempo las influencias benéficas que tiene la miel sobre el sistema nervioso. Las observaciones clínicas han mostrado que las soluciones hipertónicas de glucosa en inyección dan rápidos resultados en el tratamiento de ciertas afecciones del sistema nervioso. Generalmente, ya después de las tres primeras inyecciones se observa cierta mejoría subjetiva: disminución de los dolores de cabeza, mejoría de la visión, etc.
Ioirish (1985) cita el tratamiento con miel en pacientes que sufrían corea o baile de San Vito, con molestas contracciones convulsivas en los músculos. Señala que se obtuvieron, después de tres semanas de tratamiento y prescindiendo de otros tipos de medicación, muy buenos resultados. Los pacientes recuperaron el sueño normal, desaparecieron los dolores de cabeza, disminuyó la astenia, la irritabilidad y se recobró el ánimo.
A las personas nerviosas extenuadas o fatigadas, con el fin de recuperar su estado normal, se les recomienda que tomen por la tarde un vaso de agua caliente con una cucharadita de miel y el jugo de medio limón o media naranja (Heinerman, 1988).
Chezeries (1982) considera a la miel con propiedades somníferas, relajantes e inductoras del sueño, por lo que la recomienda en la dieta habitual de los pacientes afectados con insomnio crónico.
Ioirish (1985) cita el tratamiento con miel en pacientes que sufrían corea o baile de San Vito, con molestas contracciones convulsivas en los músculos. Señala que se obtuvieron, después de tres semanas de tratamiento y prescindiendo de otros tipos de medicación, muy buenos resultados. Los pacientes recuperaron el sueño normal, desaparecieron los dolores de cabeza, disminuyó la astenia, la irritabilidad y se recobró el ánimo.
A las personas nerviosas extenuadas o fatigadas, con el fin de recuperar su estado normal, se les recomienda que tomen por la tarde un vaso de agua caliente con una cucharadita de miel y el jugo de medio limón o media naranja (Heinerman, 1988).
Chezeries (1982) considera a la miel con propiedades somníferas, relajantes e inductoras del sueño, por lo que la recomienda en la dieta habitual de los pacientes afectados con insomnio crónico.